Skip to content

Aves Playeras, Fincas Camaroneras y Oportunidades de Conservación

Introducción

Gran parte del hábitat de las aves playeras ha sido alterado para instalar fincas camaroneras comerciales en las costas de México, Centroamérica y Suramérica, pero las aves playeras a menudo usan de forma oportunista estas fincas y sus hábitats naturales y modificados para la alimentación oportunista y descanso. Se han observado entre 20 y 27 especies de aves playeras y decenas de miles de individuos utilizando una sola finca camaronera (e.g. en el Golfo de Fonseca, Morales et al. 2019, y en México, Navedo y Fernández 2018). El Playero aliblanco (Tringa semipalmata inornata), el Ostrero americano (Haematopus palliatus), el Playeros occidental (Calidris mauri) y la Cigüeñuela común (Himantopus mexicanus) se encuentran entre las especies que hacen uso de las fincas camaroneras para descansar y alimentarse en los estanques drenados entre los ciclos de producción del camarón. Existe una oportunidad para que la industria de la camaronicultura y los profesionales de la conservación de aves playeras trabajen juntos para mejorar las condiciones de las aves playeras.

Figura 1. Fincas camaroneras y estanques de sal ubicados a lo largo de la costa del Pacífico de Centroamérica, 2019. Mapa: Rachel Layko / National Audubon Society.

Individuos de Playero occidental descansando en el manglar durante la marea alta, Parque Nacional Sanquianga, Colombia. Foto: Jeisson Zamudio/CALIDRIS

Antecedentes

La camaronicultura es un método de producción acuícola que produce camarones de alta calidad para el consumo humano. El cultivo de camarones en Latinoamérica comenzó en la década de 1970, y ganó impulso en la década de 1990 con la mejora de las prácticas de producción y las inversiones de capital de los fondos internacionales de desarrollo. Las fincas camaroneras operan de diferentes maneras, las fincas semi-intensivas son un complejo de estanques y diques creados por el hombre, desarrollados principalmente dentro de los estuarios de manglares con influencia de las mareas.
En 2016 había aproximadamente 60.000 hectáreas (ha) en producción en Centroamérica (Guatemala a Panamá), otras 60.000 ha en México, 19.000 ha en Brasil y 220.000 ha en Ecuador (Figura 1. ARAP 2008, SENASA 2016, INPESCA 2016, El Salvador Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2016, FAO 2018, Global Aquaculture Alliance 2018). Dentro de Latinoamérica, las naciones con el mayor volumen de producción son Ecuador, México, Brasil, Honduras y Nicaragua. México y Brasil producen principalmente camarones para los mercados nacionales, pero otros países, como Nicaragua, exportan sus productos.

Amenazas y oportunidades relacionadas con el desarrollo de fincas camaroneras

Durante la década de 1990, las instituciones internacionales de crédito y los gobiernos nacionales promovieron la expansión de la camaronicultura en Latinoamérica como una industria importante para el desarrollo económico rural (Queiroz 2014). Como resultado, el desarrollo de la acuicultura del camarón ha contribuido a la pérdida del 38% de los manglares en las Américas (Valiela et al. 2001). Sin embargo, dentro de los ecosistemas de manglar, el hábitat específico que se convierte con frecuencia en fincas de camarones son los salitrales naturales (Berlanga-Robles et al. 2011). Los mapas adyacentes ilustran cómo la producción de camarones se ha expandido en Honduras y Nicaragua entre 1985 y 2015, convirtiendo los salitrales naturales en estanques de camarones (Figura de Morales et al.2019).

La camaronicultura puede afectar directamente los hábitats de las aves playeras al destruir o reducir la calidad del hábitat en salitrales y marismas, humedales estacionales de agua dulce y estuarios de manglares. Las aves playeras también hacen uso de los muros de las fincas de camarones para descansar, y las operaciones diarias de cultivo pueden perturbar a las aves. Una vez que se desarrollan las fincas, también tienden a fomentar otras infraestructuras y actividades que incluyen: 1) la construcción de presas, carreteras y líneas de servicios públicos; 2) extracción de manglares para madera; 3) alteración del hábitat de cría de peces; 4) modificación de humedales 5) conflictos por el manejo del agua; y 6) aumento de la contaminación industrial (Benessaiah and Sengupta 2014).

Figura 2. La producción de camarones se ha expandido en Honduras y Nicaragua entre 1985 y 2015, convirtiendo los salitrales naturales en estanques de camarones (Figura de Morales et al. 2019).

Los estudios sugieren que una vez que se establecen los estanques de fincas camaroneras semi-intensivas, pueden beneficiar a las aves playeras migratorias durante la temporada no reproductiva. Por ejemplo, uno de los beneficios de los estanques de fincas camaroneras es que proporcionan hábitat de alimentación después de la cosecha de camarones. Las fincas también ofrecen áreas de descanso supra-mareales en los muros, particularmente aquellos que no tienen vegetación. Se pueden minimizar los impactos negativos y se pueden incrementar los beneficios positivos mediante el desarrollo de mejores prácticas de manejo sostenible, que reduzcan el daño a los hábitats naturales y modificados por el ser humano que rodean las fincas de camarones (Navedo y Fernández, 2018).

Cómo las aves playeras usan los hábitats naturales y camaroneras

Las aves playeras hacen uso de una variedad de hábitats costeros para forrajear, descansar y reproducirse. Los ciclos diarios de marea regulan la disponibilidad de alimento para las aves playeras: los planos lodosos y las orillas están expuestas durante las mareas bajas, y los invertebrados están al alcance de los picos de las aves playeras, mientras que la inundación de las mareas altas hace que los alimentos no estén disponibles. Las aves playeras hacen uso de estos ciclos diarios para alimentarse rápidamente durante las mareas bajas, y descansar durante las mareas altas cuando el alimento no está disponible.
Las aves playeras se alimentan generalmente por un período de 3 a 4 días en estanques en fincas camaroneras, cuando los niveles de agua son bajos después de una cosecha de camarones. Con mayor frecuencia, se pueden encontrar aves playeras descansando en los muros de la finca y otras áreas no productivas durante las mareas altas (Morales et al.2019).

Bandas de aves playeras utilizan un estanque de camarones recientemente drenado cerca del Golfo de Fonseca, Nicaragua. Foto: Salvadora Morales/Manomet

Especies focales y sus necesidades ecológicas

Se han observado 23 especies de aves playeras utilizando fincas camaroneras en Centroamérica (Morales et al.2019), y 25 especies en el noroeste de México (Navedo y Fernández 2018, Navedo et al. 2017). Muchas de estas especies son migratorias y se reproducen principalmente en Norteamérica. Algunas especies también anidan en las fincas camaroneras y sus alrededores, incluidos el Ostrero americano, la Cigüeñuela común, el Chorlito patinegro y el Chorlito piquigrueso (J. Van Dort, J. Fonseca, G. Fernández y S. Morales, comunicaciones personales).
Las siguientes 11 especies son las aves playeras más abundantes que utilizan hábitats de camaroneras en Latinoamérica a lo largo de la ruta migratoria del Pacífico de las Américas:

  • Cigüeñuela común (Himantopus mexicanus)
  • Avoceta americana (Recurvirostra avoceta) (únicamente México)
  • Ostrero americano (Haematopus palliatus)
  • Chorlito piquigrueso (Charadrius wilsonia)
  • Chorlitejo semipalmado (Ch. semipalmatus)
  • Zarapito trinador (Numenius phaeopus)
  • Aguja canela (Limosa fedoa) (únicamente México)
  • Playero occidental (Calidris mauri)
  • Playero semipalmeado (C. pusilla)
  • Becasa pico corto (Limnodromus griseus)
  • Playero aliblanco (Tringa semipalmata)

La composición y abundancia de especies de aves playeras que se encuentran en las fincas camaroneras dependen de la presencia de aves playeras en los hábitats naturales que rodean las fincas, como planos lodosos intermareales, salitrales naturales y manglares, así como de la ecología de las aves playeras y su uso del hábitat. Los lugares que tienen hábitats de humedales naturales más complejos, tienen mayor riqueza de especies tanto en los hábitats naturales como en las fincas camaroneras. La abundancia relativa de aves playeras varía ampliamente de 5.000 a 25.000 aves playeras en fincas camaroneras en México durante el período no reproductivo (Navedo et al. 2015, Navedo y Fernández 2018). Los resultados de un censo simultáneo en el Golfo de Fonseca estimaron aproximadamente 136.000 aves playeras que utilizan hábitats en las fincas camaroneras (Van Dort 2017, Nota: esta estimación es probablemente baja debido al esfuerzo relativo invertido en este tipo de hábitat durante los censos. Los censos fueron completados durante un período de 2 días en enero).

El Ostrero americano y otras aves playeras utilizan diques de estanques de acuicultura de camarones como sitios de descanso en el Delta del Estero Real, Nicaragua. Foto: Orlando Jarquín / Quetzalli Nicaragua

Estanques de camarón recientemente drenados después de un ciclo de producción; una buena zona de alimentación para las aves playeras. Foto: Salvadora Morales / Manomet.

Necesidades y objetivos de conservación

Los hábitats costeros de manglar y los salitrales adyacentes son ecosistemas productivos que benefician el bienestar humano, a través de la provisión de servicios ecosistémicos, como la agricultura de subsistencia, la pesca artesanal y el suministro de materiales de construcción y combustibles (Lacerda 2002). Los estuarios de manglar son hábitats reproductivos vitales para la pesca de subsistencia y comercial (Hutchinson et al. 2015). Dada la importancia de los ecosistemas de manglar, incluidos los hábitats de salitral, las personas que trabajan para proteger a las aves playeras y sus hábitats mientras mantienen las oportunidades económicas, han identificado los siguientes objetivos:

  • Limitar el impacto de la acuicultura de camarón al desalentar el desarrollo en áreas sensibles de gran importancia para las aves y los peces.
  • Mitigar el impacto de las fincas camaroneras en las poblaciones de aves playeras, mediante la implementación de buenas prácticas de manejo y la valoración basada en el mercado.

Miembros del Grupo de Trabajo (de izquierda a derecha) Victoria Galán (SalvaNatura, El Salvador), Salvadora Morales (Manomet, Nicaragua), Julia Salazar (Salinera Santa Alejandra, Honduras) y Mayron Mejía (Asociación Hondureña de Ornitología, Honduras) coanfitrión de un stand en el 12 ° Simposio Centroamericano de Acuicultura.

Los miembros del Grupo de Trabajo se reunieron en la ciudad de Panamá en enero de 2019 para discutir estrategias, acciones y soluciones para mejorar las prácticas de fincas camaroneras en beneficio de las aves playeras.

Estrategias de conservación

En 2018, se creó el Grupo de Trabajo sobre Camaronicultura y Aves Playeras para desarrollar de manera más efectiva experiencias y recursos para apoyar, guiar y alentar los esfuerzos de los productores de camarón para adaptar las prácticas de producción y aumentar su valor para las aves playeras y otros animales. El Grupo de Trabajo está compuesto por biólogos de aves playeras y humedales, científicos y representantes de la industria camaronera. Si está interesado en unirse al Grupo de Trabajo, comuníquese con Salvadora Morales, Especialista en Conservación de WHSRN, smorales@manomet.org.

Los hábitats de salinas naturales son el lugar preferido para el desarrollo de las fincas camaroneras. Las salinas son hábitats importantes de descanso y reproducción para las aves playeras migratorias y residentes. Foto: Salvadora Morales / Manomet.

Estrategia 1: Manejar y proteger los hábitats naturales dentro y fuera de las fincas camaroneras.

Quetzalli Nicaragua y la Oficina Ejecutiva de la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras han establecido una relación de trabajo con los productores de camarón para desarrollar buenas prácticas acuícolas en beneficio de las aves playeras.

Leer más:
» La Industria de la Camaronicultura y las Aves Playeras

Estrategia 2: Crear oportunidades para concientizar a los productores, las comunidades locales y las autoridades sobre técnicas para mejorar la producción que aumenten el valor de su producto y beneficien a las aves playeras y otros animales.

Miembros del Grupo de Trabajo de Nicaragua, El Salvador, Honduras y Colombia han estado asistiendo a ferias de acuicultura para establecer contactos con productores y sus organizaciones cooperativas.

Leer más:
» Simposio de Acuicultura Centroamericano y las Aves Playeras

Estrategia 3: Desarrollar nuevas buenas prácticas de manejo específicas para aves playeras.

El desarrollo de las buenas prácticas de manejo con los productores de camarones, aumentará el valor de estos hábitats modificados por el ser humano para la alimentación y el descanso de las aves playeras. Para informar y guiar los esfuerzos del Grupo de Trabajo, en 2019 se completó una evaluación de la industria camaronera y las aves playeras.

Leer más:
» Aves Playeras & Camaronicultura

Estrategia 4: Investigar la ecología de las aves playeras en fincas camaroneras y hábitats circundantes.

Los investigadores han estado trabajando en varios aspectos de la ecología de las aves playeras que utilizan hábitats de fincas camaroneras, incluidos proyectos en el noroeste de México, el Golfo de Fonseca (Nicaragua, Honduras y El Salvador) y Brasil. Más recientemente, el programa de Soluciones Costeras de la Universidad de Cornell tiene un becario que trabaja en el cultivo de camarones y la producción de sal en Guatemala. Lea más sobre estos proyectos.

Leer más:
» El Laboratorio de Ecología de Aves Bird Ecology Lab

» New Hope for Migratory Shorebirds

Literatura citada

Autoridad de los Recursos Acuaticos – Panama (ARAP) 2008. Listado de productores de camarón marino en estanques en Panamá. Autoridad de los Recursos Acuaticos, Panama.

Benessaiah, K. and R. Sengupta 2014. How is shrimp aquaculture transforming coastal livelihoods and lagoons in Estero Real, Nicaragua? The need to integrate social-ecological research and ecosystem-based approaches. Environmental Management 54:162–179.

Berlanga-Robles, C. A., A. Ruiz-Luna, G. Bocco, and Z. Vekerdy 2011. Spatial analysis of the impact of shrimp culture on the coastal wetlands on the Northern coast of Sinaloa, Mexico. Ocean and Coastal Management 54: 535–543. https://doi.org/10.1016/j.ocecoaman.2011.04.004.

El Salvador Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales 2016. Report on the shrimp aquaculture concessions in El Salvador. https://www.transparencia.gob.sv/institutions/marn/documents/concesiones-y-autorizaciones.

Food and Agricultural Organization of the United Nations (FAO) 2018. The state of world fisheries and aquaculture 2018 – Meeting the sustainable development goals. Rome. 227 pp.

Global Aquaculture Alliance 2018. https://www.aquaculturealliance.org/advocate/shrimp-farming-industry-in-ecuador-part-1/

Hutchison, J., P. Z. Ermgassen, and M. Spalding 2015. American Fisheries Society Symposium 83:3–15.

Instituto Nacional de Pesca (INPESCA) 2016. Base de datos de camaroneras concesionadas en Nicaragua. Instituto Nacional de Pesca, Nicaragua.

Lacerda, L. D., Ed. 2002. Mangrove Ecosystems: Function and Management. Berlin; New York; London, Springer-Verlag.

Martínez-Córdova, L., M. Porchas and E. Cortes-Jacinto 2009. Camaronicultura Mexicana y Mundial: ¿Actividad sustentable o industria contaminante? Revista Internacional Contaminación Ambiental. 25: 181–196

Morales, S., O. Jarquín, E. Reyes, and J. G. Navedo. 2019. Shorebirds and Shrimp Farming: Assessment of Shrimp Farming activities on Shorebirds in Central America. Western Hemisphere Shorebird Reserve Network, Manomet, Massachusetts, USA.

Navedo, G. J. and G. Fernández 2018. Use of semi-intensive shrimp farms as alternative foraging areas by migratory shorebird populations in tropical areas. Bird Conservation International. https://doi.org/10.1017/S0959270918000151

Navedo, G. J., G. Fernández, J. Fonseca, N. Valdivia, M. C. Drever and J. A. Masero 2017. Identifying management action to increase foraging opportunities for shorebirds at semi-intensive shrimp farms. Journal of Applied Ecology 54: 567–576.

Navedo, G. J., G. Fernández, J. Fonseca, and M. C. Drever 2015. A potential role of shrimp farms for the conservation of nearctic shorebird populations. Estuaries and Coasts 38: 836–845. https://doi.org/10.1007/s12237-014-9851-0

Servicio Nacional De Sanidad Agropecuaria – Honduras (SENASA) 2016. Base de datos de fincas camaroneras de Honduras. Servicio Nacional De Sanidad Agropecuaria – Honduras.

Queiroz, L. D. S. 2014. Industrial shrimp aquaculture and mangrove ecosystems: A multidimensional analysis of a socio ‐ environmental conflict in Brazil. P.h. D dissertation, Universitat Autònoma de Barcelona. Institut de Ciència i Tecnologia Ambientals, Spain. https://ddd.uab.cat/pub/tesis/2014/hdl_10803_286034/ldsq1de1.pdf

Van Dort, J. 2017. Conteo trinacional de aves playeras en el Golfo de Fonseca. Reporte sin publicar. Manomet, Inc., USA.

Valiela, I., J. L. Bowne, and J.K. York 2001. Mangroves forests: One of the world’s most threatened major tropical environment. BioScience 51:807–815.

Volver arriba